UE: las prioridades de la Presidencia sueca

Garantizar la seguridad de la UE, reforzar la competitividad, impulsar la transición ecológica y energética y salvaguardar los valores democráticos y el Estado de Derecho serán las prioridades de la Presidencia sueca, que llega en un momento crítico desde el punto de vista económico y político.

Con la llegada de 2023, Suecia toma el relevo de la Presidencia Checa del Consejo de la UE hasta el 30 de junio. Con este turno rotativo finalizará también el trío de presidencias que ambos países han conformado con Francia y que dará paso al nuevo trío que inicia España.

Esta Presidencia llega en un momento crítico desde una perspectiva económica y política. En primer lugar, las últimas previsiones económicas de la Comisión Europea, presentadas el pasado 11 de noviembre, concluyen que, si bien 2022 podría acabar siendo mejor de lo esperado, 2023 sería más complicado debido al estancamiento del crecimiento por la crisis energética, el elevado coste de las materias primas críticas y la subsecuente subida de la inflación.

En el caso de España, la Comisión revisó a la baja las proyecciones para 2023, pasando del 2,1% a un 1%, aunque descartó la entrada en recesión. Una posibilidad que la Comisión Europea previó para la UE y la Eurozona en su conjunto, dado que los datos apuntan a un crecimiento muy débil en las economías de Francia e Italia (+0,3%) e incluso una posible recesión en Alemania (-0,6%). La coyuntura económica empezaría a remontar a partir de la segunda mitad del año con una menor presión sobre la energía y una inflación que podría empezar a moderarse.

En segundo lugar, la volatilidad que rodea al contexto internacional desde el inicio de la invasión de Rusia a Ucrania está provocando transformaciones estratégicas dentro de la Unión, que se traducen en una mayor contundencia en la respuesta europea en favor de esta última. Una respuesta que convive con una mayor complejidad del entorno político a nivel nacional y que despierta dudas sobre la necesaria continuidad de unidad de acción europea. Es el caso de Suecia, cuyas últimas elecciones generales, celebradas el 11 de noviembre, se saldaron con la llegada al poder de una coalición de centroderecha dando fin a ocho años de gobierno socialdemócrata con el apoyo parlamentario de la extrema derecha, caracterizada por sus postulados nacionalistas y euroescépticos.

Principales prioridades de la Presidencia sueca

El 14 de diciembre, el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, presentó los cuatro ejes en torno a los que girará el semestre de presidencia sueca.

Garantizar la seguridad de la UE

La Presidencia dará prioridad a (i) continuar con el apoyo económico y militar a Ucrania, (ii) llegar a un consenso en torno a una sólida política europea de seguridad y defensa y (iii) proseguir con la lucha contra la delincuencia organizada transfronteriza.

Reforzar la competitividad

A pesar de la tendencia mundial al proteccionismo, Suecia sigue figurando entre los países más favorables al libre comercio. No es de extrañar, dado que, según el Banco Mundial, el 88% del PIB de este país depende de las exportaciones2. Así pues, reforzar la competitividad económica de Europa es una de las principales prioridades de la Presidencia sueca, ya que la UE celebra el 30 aniversario del mercado único en 2023 y también responde a los apremiantes imperativos geopolíticos de diversificar las cadenas de suministro y forjar nuevas asociaciones comerciales.

Impulsar la transición ecológica y energética

La ambición sueca de alcanzar la neutralidad climática en 2045 se adelanta cinco años a lo establecido para el conjunto de la Unión Europea (2050). Por tanto, Suecia centrará sus esfuerzos en hacer frente a los elevados precios de la energía, abordando al mismo tiempo la reforma del mercado energético y cerrando las negociaciones pendientes del paquete Fit for 55.

Salvaguardar los valores democráticos y el Estado de Derecho

La Unión Europea se basa en valores democráticos que allanan el camino hacia la cohesión, las libertades individuales, la no discriminación, el aumento de la producción económica y la influencia mundial. Defender el principio del Estado de Derecho y los derechos fundamentales es, por tanto, un elemento esencial de la Presidencia sueca del Consejo.

Anteriores Presidencias de Suecia

Desde su adhesión a la UE en 1995, Suecia ha ocupado la Presidencia del Consejo en 2001 y en 2009, siendo esta última la que condujo a la entrada en vigor del Tratado de Lisboa y que también tuvo lugar en un período crucial marcado, en el plano socioeconómico, por las consecuencias de crisis financiera global de 2008 a la que siguió la de deuda soberana en la Zona Euro en 2012; y, en el plano político, por el resultado del referéndum británico de 2016 a favor de la salida de Reino Unido de la UE, sin olvidar la crisis migratoria del año anterior o el auge de movimientos populistas y euroescépticos que derivaron en una mayor fragmentación e inestabilidad políticas en buena parte de los Estados miembros, incluido el español.