Manuel Pizarro, nuevo ministro de Sanidad de Portugal

Tras la dimisión de Marta Temido, Manuel Pizarro ha tomado posesión como nuevo ministro de Sanidad de Portugal.

«Tiene todas las condiciones para avanzar en la ejecución del nuestro programa de Gobierno y dar continuidad a las reformas en curso», afirmaba el pasado sábado el primer ministro luso, António Costa, tras la toma de posesión de Manuel Pizarro como ministro de Sanidad de Portugal. Pizarro, asume el cargo tras la dimisión de la anterior titular, Marta Temido, quien volverá a ocupar su escaño como diputada del Partido Socialista.

Médico especialista en medicina interna, Pizarro, cuenta con una amplia experiencia que abarca desde la política local hasta la nacional y la comunitaria. A nivel municipal, ha sido en varias ocasiones concejal del Ayuntamiento de Oporto, así como cabeza de lista por el Partido Socialista a la alcaldía. A nivel nacional, se ha desempeñado como secretario de Estado de Sanidad y diputado miembro de la Comisión de Salud en la Asamblea de la República y, a nivel europeo, ha sido, desde 2019, eurodiputado y líder de los socialistas portugueses en el Parlamento comunitario.

Este nuevo nombramiento, de un perfil ciertamente más político, parece acumular más apoyos que el de su predecesora. En este sentido, el responsable de la cartera de Sanidad entre 2015 y 2018, Adalberto Campos Fernandes, ha destacado que Pizarro posee la “densidad, el peso político y el currículo” para desarrollar las funciones del cargo. Un apoyo al que se han sumado otros como el del decano del Colegio de Médicos de Portugal, Miguel Guimarães, quien ha querido resaltar sus capacidades técnicas y políticas y la sensatez del nombramiento por parte del primer ministro.

Retos al frente del Ministerio

Entre los retos a los que ha de hacer frente el nuevo ministro se encuentran: implementar el nuevo estatuto del Servicio Nacional de Salud que, en palabras del primer ministro portugués, es “la gran reforma” que otorga más autonomía a los centros de salud; restaurar la confianza de los portugueses en dicho sistema y solventar el problema de la falta de profesionales sanitarios.