19 enero 2023 6 MIN de lectura

Renovables sí, pero, y si…

Una de las cosas más valiosas que nos da el vivir en un Estado de derecho es que tenemos la oportunidad de escuchar las voces de todos los actores involucrados en cualquier proceso. En este punto, los proyectos que desde su génesis hayan sabido aunar respuestas a todas esas voces serán los que gocen de la legitimidad necesaria para dejar de estar sobre el papel y convertirse en una realidad



Marta Forero | Consultant en VINCES

 

Algunos de vosotros sabéis mejor que nadie que las energías renovables en España están en una auténtica disyuntiva. A otros, quizá os parezca que, dados los tiempos que corren, lo que estoy a punto de contaros es una auténtica paradoja. Y, también os digo, no os falta razón. Las contradicciones son tan antiguas como la humanidad misma y no iba a ser menos en un caso como este.

Esta disyuntiva venía cocinándose desde hace años y entra en ebullición en marzo del año pasado. ¿Por qué? Porque es ahí cuando se pone sobre la mesa el PNIEC, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima impulsado desde el MITERD. Este abre una maravillosa oportunidad para desarrollo de proyectos de renovables en nuestro país, catalizada, lamentablemente, por el contexto de la guerra de Ucrania.

Cuando el agua hierve, salpica. Y, si te salpica, te mojas. Y eso no le gusta a nadie. Y menos cuando es invierno y hace frío.

Esto configura un complejo entramado que implica a varias partes de forma esencial. Y, pese a que al intentar entenderlas nos arriesguemos a simplificarlas, os invito a hacerlo conmigo:

Por un lado, la Administración, que ha visto cómo sus mesas se llenaban de montañas de expedientes a tramitar. Muchos más que en años anteriores, con los mismos recursos de siempre.

Por otro lado, los grupos ecologistas, que argumentan cómo el crecimiento orgánico de las renovables en nuestro país ha dado lugar, en algunos casos, a una estructuración desordenada y descentralizada del territorio. Abriendo aún más la fractura entre lo rural y lo urbano y comprometiendo el futuro de la biodiversidad y la seguridad alimentaria. Así, proponen dar un paso atrás y que reflexionemos sobre dónde y cómo queremos situar este tipo de proyectos en España.

La inmensa mayoría de estos proyectos se localizan en zonas rurales y ahí tienen sentimientos encontrados. Algunos agricultores y ganaderos ven una gran oportunidad en las renovables para dar un uso más rentable a sus terrenos, dejando atrás el gran esfuerzo y desgaste que supone trabajar la tierra. Y hay quienes prefieren seguir dedicándose a lo que llevan haciendo toda la vida. Dos visiones, ambas igual de válidas.

Y, por último, el sector de las renovables. Desarrolladores, promotores e inversores intentan encajar de la mejor manera posible los imprescindibles requerimientos administrativos y medioambientales, las necesidades específicas de cada territorio y, por supuesto, la rentabilidad, viabilidad y eficiencia de sus proyectos.

Si habéis llegado hasta aquí, os podréis imaginar que, en un contexto tan saturado y complejo como el actual, hacer esto último es un auténtico encaje de bolillos.

 

La legitimidad es como la energía: ni se crea ni se destruye

Una de las cosas más valiosas que nos da el vivir en un Estado de derecho es que tenemos la oportunidad de escuchar las voces de todos los actores involucrados en cualquier proceso, incluido este. En este punto, los proyectos que desde su génesis hayan sabido aunar respuestas a todas estas necesidades de forma integral, serán los que gocen de la legitimidad necesaria para dejar de estar sobre el papel y convertirse en una realidad.

Si Lavoisier se dedicara a los Asuntos Públicos, nos diría que la legitimidad es como la energía: ni se crea ni se destruye, solo se transforma. Así que, quienes están detrás de este tipo de proyectos no deben pensar que la legitimidad aparece por generación espontánea, sino que se dará una vez tenidas en cuenta las necesidades y el contexto de todas las partes implicadas. También, con la voluntad de hacerles partícipes desde el minuto cero como bandera, sin sorpresas ni sobresaltos.

Así, todas esas voces dejarán de hablar a destiempo y podrán escucharse, entenderse y coordinarse para construir entre todas el futuro energético que queremos para nuestro país.

Newsletter

No te pierdas nada

* Campos requeridos

Vinces usará la información que usted proporcione en este formulario para estar en contacto con usted y para enviarle actualizaciones y promociones. Al hacer clic para suscribirse, acepta que dicha información será procesada a través de Mailchimp. Puede obtener más información sobre las prácticas de privacidad de Mailchimp aquí .:

Para cualquier información complementaria, así como para el ejercicio de sus derechos de acceso, rectificación, supresión y portabilidad de sus datos, de limitación y oposición a su tratamiento, así como a no ser objeto de decisiones basadas únicamente en el tratamiento automatizado de sus datos, cuando procedan, podrá dirigirse a VINCES, C/Fortuny 45, 28010- Madrid o a la dirección de correo electrónico privacidad@vincesconsulting.com